El Canal Público del Ecuador ya no existe. Ha sido una de las víctimas de la negligente y pandémica administración pública del Ecuador de los últimos tiempos.

La tv de por sí es una lacra que carcome la mente de nuestras sociedades, porque se ha conformado con ser una vitrina miserable del mundo neoliberal en el que vivimos. Pero no la pública. La pública tenía la misión y la mirada en la posibilidad de abrir las fronteras de sus diafragmas a historias más reales, que nos hagan entender que el mundo no es del todo esa cloaca que vemos con sólo cambiar de canal. Esto es una muestra chica de lo que hicimos por la televisión pública de la patria, de la mano de grandes y talentosos amigos.